Pixie es mi gato. Un gato que hasta un año y medio de edad fue muy activo, ahora no tanto. Quizás por el calor que hace porque he notado que tiene más ganas de vivir y jugar a las 6 de la mañana – si, a las 6 – y si se abure, insiste que nos despertemos. Por la noche también se activa, pero con algo más de pereza. Lo bueno es que, a las 11.30 de la noche, se acuesta.

Le gusta jugar con nosotros , nos trae juguetes , nos pide chutar la pelota para que haga de portero y, cuando era más joven, se pasaba mucho rato jugando con un ratoncito de cuerdas, una nuez, un circulo de plástico.

Pero aparte de las actividades en casa, desde cuando tenia unos 6 meses, lo sacamos fuera en un pequeño parque, en un jardín, en un huerto de olivos.
Tenemos la suerte de que, en estos lugares, generalmente estamos solos. Eso nos ayudó porque era bastante miedoso.

El nació en un olivar. Hemos pensado que no lo podremos criar encerado totalmente en la casa.

Le hemos comprado un arnés especial para gatos, ligero, con agujeritos y con una correa larga extensible.
No vale para nada el arnés de perros ni como tamaño ni porque un gato se mueve diferente y le hace daño o puede salir rápido de el.

Nos ha hecho tanto gracia como pena cuando, por la primera vez, le pusimos el arnés. Se tumbaba y luchaba para quitárselo. Pero , con paciencia, le hemos enseñado que puede andar con el puesto.

Luego fase dos… como hacia algo de frio y se podría salir solo al medio día, le estábamos poniendo el arnés para salir en la terraza. La primera vez fue una tragedia. Se ha puesto a llorar de como si le estábamos llevando al lugar más aterrador. Con calma y caricias, se quedo un rato, luego un rato más, luego ha subido para ver los pájaros.

Luego empezaba a maular para sacarlo. Tenia su horario para salir.

En , un día, por fin – al parque, uno al lado de una pequeña iglesia.
Madre miá…entre miedo y curiosidad se movía por todos los lados. La suerte que hemos tenido entonces y desde entonces es que anda más o menos como un perro – no quiere huir lejos o de repente…vamos a un ritmo común.

Ahora que es más grande a veces le decimos…¨vamos por allá¨, pero generalmente la regla es …nosotros vamos detrás de el.

Sube en pequeños arboles … a veces nos pide ayuda para bajar, va por insectos.
Una vez ha tenido un encuentro cercano con un conejo.
El pánico fue nuestro … pero el lo que hizo fue mirarlo fijamente, quiso ir detrás de el y a la vez no, nos miraba a nosotros…mientras el conejo se ha ido.

Pixie tiene su manera de comunicar y preguntarnos cosas . Cuando ve o escucha algo raro, nos mira y hace un tipo de miau ¨¿que es eso?,¿nos asustamos o no?¨
Generalmente para tranquilizarlo funcionan el ¨tranquilo, todo bien¨ y alguna caricia.
Lo que más le asusta son los humanos , sobre todo los niños y la música en vivo , o si otros la escuchan fuerte/en alto . Digo ¨otros¨… porque en casa ..a veces se pone a dormir al lado de alguna altavoz y soy yo la que le muda.

Generalmente anda feliz y curioso. Es un manera de mantenerlo activo y bajar la barriga y creo que la naturaleza le hace bien porque es donde nació.
Le hemos dicho a su medico y dijo que … muy bien. Estamos atentos en su estado, tiene su ritmo, ya sabemos como va la cosa para que no se canse mucho.

El pobre tiene asma y tuve varios temas de salud cuando era pequeño, pero ahora es grandote y generalmente bien. Le he ayudado también con comida natural y algunos remedios en base de plantas aparte del tratamiento que me da el medico. Les voy a contar sobre eso también.

Además, hace poco, he empezado leer un libro sobre como cuidar los gatos y los perros de forma natural y más cerca de la naturaleza de ellos, y como introducirles en la dieta jugos naturales y hierbas para prevenir enfermedades, nutrir y curar.

Plantas y remedios

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