En medicina popular se utiliza por su acción antibacteriana, fungicida y antiespasmódica. Se considera también emenagoga, como regulador y calmante de los dolores menstruales.
Es un buen emoliente ya que suaviza, tonifica e hidrata la piel. De hecho cada vez son más los productos cosméticos que la incluyen entre sus componentes.
También se ha considerado callicida ayudando a la desaparición de verrugas víricas de la piel, debido a su contenido en ácido acetilsalicílico.
Es colerético estimulando la actividad hepática, especialmente la secreción biliar.
También resulta eficaz en gastritis, gastroenteritis y vómitos por su acción antiulcerosa dado que ayudar a la cicatrización de úlceras gástricas.